La mañana esta fría. Me abrigo hasta las orejas y salgo con
paso torpe por la calle en dirección a mi trabajo, mi taberna. Levanto el
pesado cierre, sobre todo a estas horas, doy las luces en espera de los
primeros clientes que vengan a tomarse café o lo que se tercie. Antes de que ningún
otro madrugador me solicite un café con “acompañante” para comer, entra “Manolo
el de las porras y churros” que con mecánica rutina deja posar el cargamento
sobre la barra de la taberna para dedicarme al salir un escueto refunfuño con
forma de adiós.
Para mi asombro, no es “Fer” el primer cliente en entrar
como de costumbre a darme la murga, si no un chaval de unos 12 años que por su
temprana edad y poca experiencia en cuanto a formalidades educativas se
refiere, pregunta por “las máquinas
recreativas” antes de darme los buenos días. Divina juventud “novillera”, a
estas horas debería de estar en el colegio…bueno, tal y como están las cosas
que disfrute un poco de la vida antes de que le recorten hasta los hígados!!
Le indico donde están, y tras un buen rato dándole a las
únicas máquinas que de momento tengo en el local, se acerca a mí y comienza a
charlar sobre videojuegos…
Mi vena de “abuelo cebolleta” sale a flor de piel (con
permiso de mi querido “Fer”) y sin pensarlo dos veces, lo llevo al fondo del salón
comedor, saco mi vieja llave consumida por la herrumbre y bajamos las
escaleras que conducen a la bodega.
Apiladas y tapadas con una lona que no tardo en quitar, descubro
ante sus ojos estas reliquias del pasado para que el mocoso aprenda un poco de
historia de los videojuegos, ya que no va a ir hoy al colegio, por lo menos que
aprenda una buena lección para hoy…estoy seguro que no olvidará este día
Las máquinas que sus ojos contemplan, las podéis repasar viajando
a través de el enlace que os conducirá a la bodega de mi Taberna:
Para bajar a la bodega, Pincha en el Enlace:
Media mañana ya, y el chaval continua jugando con “nuestro
pasado”…Dos veces ha venido su madre a preguntar por él, la he mandado a la
otra punta del barrio “Me ha parecido
verlo cerca de la lechería” …si vuelve otra vez, le diré que anda por aquí.
La taberna de Baito
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