La piratería es un tema que da mucho que hablar. Tantas
voces en contra como otras tantas a favor. Ríos de tinta y voces quebradas para
defender ciertos puntos de vista y justificar otros tantos.
A favor, en contra…pues mira señores “depende de”. De
entrada un rotundo no, naturalmente, pero también un rotundo “no” a ciertas
políticas de ciertas distribuidoras que usan como escusa las pérdidas (que no
confundamos con “no ganancias”) ocasionadas por la piratería (y ahora les ha
dado con la segunda mano) para justificar acciones que son censurables e
intolerables: DLCs, acoso y derribo a la venta de segunda mano, activación por
internet y otras tantas medidas desproporcionadas que deberían estar
controladas y penadas por ley.
Así como “la ley actua” contra la piratería, también debería
actuar contra esas políticas abusivas que perjudican al comprador, y roban un
derecho de todo producto adquirido: el poder venderlo cuando te salga de las
narices.
Pero, veis, no van por ahí los tiros e inevitablemente
comentas algo de la piratería. Ríos de tinta…como dije
Hoy vamos a ver el lado “interesante” o friki de la piratería.
Y lo hacemos sobre un sistema que está descatalogado de la primera linea de
defensa de ventas: La tremenda Megadrive
o Genesis. Es decir, que ya no le
podemos hacer daño a nadie, y la cosa adquiere un tono meramente “curioso”.
Lo que vamos a ver a continuación a través del enlace mágico,
son una serie de juegos piratas aparecidos para mi querida Megadrive:
.
la taberna de baito
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